Nos tomamos un café con Nora Veiras, directora general de Página 12, y con Victoria Ginzberg, secretaria de redacción del diario. Nos invitaron a la nueva redacción ubicada en San Telmo. “De la nada, nada surge. El lugar que hoy en día ocupan las mujeres es también producto de una construcción de años”, aseguran.
Nora comenzó como cronista en los números cero de Página, hace treinta y un años. Vicky empezó hace veinte años como becaria en el diario. Ambas se formaron en la redacción de este medio creado por Jorge Lanata y Ernesto Tiffenberg. Y en la actualidad son parte de la conducción del diario. Charlamos sobre la financiación de los medios, sobre el avance de las mujeres en cargos directivos, sobre su relación con el actual gobierno, entre muchos otros temas. “A algunas empresas les interesa que Página no exista”, afirma esta dupla femenina. Las editoras reclaman más pauta oficial.
—¿Es una casualidad o un hecho que marca una época el que dos mujeres estén al frente de un diario?
Nora Veiras: —Creo que son las dos cosas. No es una casualidad en el sentido de que Página 12 tiene una historia de treinta y un años en la cual las mujeres siempre han tenido una presencia relevante. Si bien no en la conducción de un diario: ni en la dirección y ni en la subdirección, siempre ha habido editoras y secretarias de redacción. Es también una marca de época. Eso es innegable, pero que se sustenta en una continuidad. El lugar que hoy en día ocupan las mujeres es también un producto de una construcción de años. Si querés ahora explota. Pero esto no surge de la nada. De la nada, nada surge. Esto se va cimentando.
—¿Cómo afecta la cuestión de género en el periodismo? Porque hay pocas mujeres en puestos importantes en los diarios.
Victoria Ginzberg: —Yo creo que hay un montón de cosas. Por un lado, hay un reflejo de lo que pasa en el resto de la sociedad. O sea, en el periodismo hay menos mujeres que ocupan cargos de jerarquía como reflejo de que en otros ámbitos de la sociedad ocurre lo mismo, ¿no? Eso por un lado. Después, con los horarios que nosotras tenemos es muy muy complicado compatibilizar la cuestión laboral con la cuestión doméstica. Seamos o no madres, también tenemos parejas, y si volvemos tarde a la noche, tiene que bancarse el estar esperándote. En general, las mujeres cumplimos con el doble papel. La carga de la cuestión doméstica pesa más en la mujer.
—¿Puede ser que se congratula en exceso a tu marido por quedarse con tus hijas? A vos, ¿te hubieran felicitado de esa forma?
Victoria Ginzberg: —¡Totalmente! Si él llegara tarde a la noche, ¿cuántas personas hubiesen dicho: «Ay, qué genia que dormís a tus hijos y les das de comer»? No, todo el mundo da por hecho que los dormís y les das de comer. Ahora, él lo hacía. Perfecto, ¿por qué tantas felicitaciones? Tenemos roles intercambiables. ¿Por qué se lo trata como si fuera un superhéroe?
—Los cierres son bien tarde, y por ejemplo, los programas políticos más vistos son a las diez, a las once de la noche. ¿Es más difícil para una mujer poder tomar esa responsabilidad?
Nora Veiras: —Como dijo Vicky, si bien se ha avanzado muchísimo seguimos suponiendo que la mujer debe estar más en la casa. Aunque hemos tenido una presidenta mujer durante ocho años, cuando vemos las fotos del poder en el mundo y en el país, llama la atención la baja representatividad de las mujeres. La Ley de cupo en la Argentina ha ayudado mucho a que las listas legislativas estén integradas por un 30 % de mujeres. Ahora se está avanzando hacia el cincuenta. Sin esa Ley de cupo, hubiera sido muy difícil. Es una discriminación positiva producto de una inequidad que se ha arrastrado durante siglos. No es ninguna novedad lo que estamos diciendo. Pero la verdad que hoy en día te siguen impactando. ¡Miremos el gabinete nacional!
—Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional, le dijo al ministro de hacienda, Nicolás Dujovne: “Estás corto de mujeres”. ¿Coinciden?
Nora Veiras:—Lo del gabinete económico es inaceptable. En las fotos, no se ve una sola mujer. Durante estos días, el diario La Nación publicó una nota en la que reproduce la historia de la titular de General Motors, y la etiqueta como una de las personas más poderosas del mundo. ¡El problema es que es una entre cien mil hombres! El patriarcado es lo que prima en la sociedad.
—Cambiemos de tema. ¿Cómo quedaron conformados los cargos del diario?
Victoria Ginzberg: —El equipo de conducción del diario lo formamos con Hugo Soriano, Ernesto Tiffenberg y nosotras dos. Luego están los editores de cada sección. Somos una estructura pequeña en comparación con otros medios.
—¿Cuántos trabajadores tiene Página 12 en total?
Nora Veiras: —En la redacción, somos más de doscientos (¡200!) trabajadores si sumamos una parte de administración y de publicidad. También hay colaboradores permanentes que no están todos los días en la redacción, pero que alimentan el diario. Y a su vez, hay corresponsales.
—En estos primeros meses de trabajo ¿hubo que cambiar algo con respecto a la gestión anterior?
Victoria Ginzberg: —No hubo un cambio brusco debido a que hay una continuidad. No fue un cambio de la conducción, sino que nosotras nos sumamos a la ya existente.
—¿La continuidad contribuye a un cambio?
Nora Veiras: —Sí, exactamente. Hay una continuidad con cambio.
—Cuando Daniel Scioli fue candidato a Presidente, en el año 2015 también se hablaba de continuidad con cambios. ¿Es algo parecido?
Nora Veiras: —No es el mejor ejemplo y esperamos que nos vaya mejor (risas).
—Tampoco le fue tan mal a Daniel…
—Era la diferencia entre hacer el gol de Rojo (contra Nigeria) y no hacerlo (risas).
—¿Hay algún cambio para destacar de esta nueva etapa?
Victoria Ginzberg: —El desarrollo de la web del diario.
—La web se renovó y las redes sociales de Página 12 también. ¿Qué nos pueden contar de este rejuvenecimiento?
Nora Veiras: —Nosotras teníamos un diario de papel que tenía una página web en la que solo se reflejaba la edición de papel. Y avanzaba muy poco sobre lo digital. Hace un año y medio se dio este renacer que fue producto del cambio de propiedad del diario. Cuando ingresa el Grupo Octubre apuesta al rediseño de la página web.
Victoria Ginzberg: —Nora estuvo primero como directora de la web antes de ser Directora General.
Nora Veiras: —En un principio, hicimos que la web tuviera un nuevo diseño. Luego establecimos un equipo que alimentara permanentemente la web. Esto fue la primera parte del proceso. Ahora estamos en una etapa de integración y pensamos todo como una plataforma de contenidos. Y ahí Ernesto Tiffenberg es el director estratégico para ver cómo se converge. Un proceso complejo en el que estamos aprendiendo.
—Las redes sociales también están más atractivas. ¿Les dan más importancia?
Victoria Ginzberg: —Antes en redes no había nada, y la página era muy básica. Creció mucho durante el último año y medio. En otros diarios, tendrían más experiencia, pero para nosotros adaptar el papel con las redes era un camino nuevo.
—Genial. Y ¿cómo viene la sustentabilidad del diario? Aparte son tiempos difíciles para el financiamiento de los medios.
Nora Veiras: —Es un contexto más que complicado. Esta es una economía de achique y donde las fuentes de trabajo disminuyen. El periodismo fue, desde que asumió el nuevo gobierno, un lugar en donde la pérdida de fuentes de trabajo se acentuó más. Si uno hace un paneo de todo el país, hubo más de tres mil puestos de trabajo que se perdieron en los últimos dos años y medio. Lo que pasa en la agencia Telam es aberrante y es cruel el festejo de las autoridades, ¿no?
—“Ganó el periodismo”, dijeron las autoridades en un comunicado.
Nora Veiras: —Sí, y es inaceptable que el comunicado venga de parte de un integrante del gabinete nacional. Por otro lado, Página es un diario que tiene una línea editorial crítica con el gobierno de Macri. En consecuencia, se nos discrimina publicitariamente. Esto nos exigió lanzar hace un par de meses una campaña de suscripción para la página web que está en constante construcción.
—“Vos necesitas a Página y Página te necesita a vos”, dice el eslogan. ¿Esto es así?
Nora Veiras: —Sí, queremos hacer que el lector sea parte. En un contexto de asfixia presupuestaria y publicitaria, fue la alternativa que se nos ocurrió.
—Y ¿cómo viene esa apuesta?
Nora Veiras: —Viene bien. Hubo algunos problemas también con el desarrollo de la plataforma digital para la suscripción. Intentamos evitar problemas para que esas personas que quieran suscribirse puedan hacerlo.
Victoria Ginzberg: —Estuvo muy buena y tuvo una muy buena repercusión.
—¿La pauta se disminuyó mucho con el nuevo gobierno? En los últimos diez años, Página recibió novecientos millones de pesos, aproximadamente.
Nora Veiras: —La verdad que yo no tengo los datos. Si te digo te miento. Lo que es concreto es que los avisos no abundan.
Victoria Ginzberg: —Página 12 es discriminada por su línea editorial porque al gobierno no le gusta lo que se publica. Además, somos un diario que siempre le pega al establishment, a las empresas, a la Iglesia. Se entiende que no todos quieran respaldarnos.
—Nora, si te parece charlemos un poco sobre 6, 7, 8. ¿Hubo un discurso excesivamente “autocelebratorio” en el programa?
Nora Veiras: —Varias cosas: lo que pasa actualmente con los medios de comunicación y con los medios de comunicación electrónicos dominantes es de tanta bajeza que seguir hablando de los errores de 6,7,8 me parece que es un error. Este fue un programa dentro de un canal de televisión público. Creo que el programa tuvo aciertos. En muchas ocasiones, no coincidí con los informes del programa y muchas veces, lo dije. La verdad es que no me hago una autocrítica demoledora sobre mi participación en el programa.
—Vos fuiste crítica con Leandro Santoro cuando fue elegido candidato a vicejefe de gobierno junto a Mariano Recalde, fuiste muy dura con Daniel Scioli cuando presenció el programa, defendiste al periodista Juan Micheli cuando le hizo una pregunta incómoda a Andrés «el Cuervo» Larroque. ¿No faltaron más intervenciones de este tipo en el programa, de esas frases que generan debates?
Nora Veiras: —No, no soy la persona indicada para afirmar eso. Lo que sí me parece es que el programa tuvo aciertos.
Victoria Ginzberg: —Visto desde afuera, había algunas cosas que me gustaban y otras que no. Quizá, en el último tiempo, se puso un poco más cansador o repetitivo. Cumplió una función y se convirtió en un ícono. Fue tan atacado porque molestó a muchos.
Nora Veiras: —6, 7, 8 abrió la televisión a este detrás de la escena de los medios de comunicación: era una realidad que se podía discutir adentro de las facultades y talleres de periodismo. El gran público se pudo dar cuenta de muchos manejos que se hacen a través de los medios de comunicación y eso molestó muchísimo. Y también incomodó a la corporación periodística; los periodistas estábamos muy acostumbrados a criticar todo, pero nadie nos podía criticar. También enojó al poder: hay cosas que creo que van a quedar para los anales de las investigaciones. En el primer debate presidencial de la Argentina, el candidato que terminó siendo el presidente de nuestro país estigmatizó a los periodistas del programa (Mauricio Macri le dijo a Daniel Scioli: «parecés un periodista de 6, 7, 8«).
—¿Te dolió?
Nora Veiras: —No, no me dolió. No coincido en nada con Mauricio Macri. Todo en lo que no coincida me reafirma en mis convicciones. Ahí se consagraba una demonización hacia quienes estuvimos y formamos parte del programa. Eso es imperdonable porque si bien yo no coincido en nada con el Presidente, jamás se me ocurriría pensar que no tiene derecho a presentarse a una elección o que no tiene derecho a trabajar por la forma que piensa.
—Página siempre apoyó la legalización del aborto. ¿Ganaron una batalla?
Victoria Ginzberg: —Ahora el aborto está como un tema bien visto por muchos sectores. Tiene buena prensa en la opinión pública. Pero nosotros lo sostuvimos durante un montón de tiempo. Eso también hizo que muchas empresas no quisieran quedar pegadas al diario. Muchas veces, las empresas no quieren poner dinero por la línea editorial, no por la cantidad de lectores. Hay una discriminación ideológica relacionada con la pauta privada.
—Hay un sector grande de la sociedad que no votó a Cambiemos en el año 2017. ¿Por qué cuesta la sustentabilidad al haber un público tan grande que puede identificarse con Página?
Victoria Ginzberg: —Sí, hay un montón de gente que se siente identificada con el diario. Tenemos muchas visitas a la web. Página creció un montón en el último tiempo. No es un diario inviable. Incluso crece cada vez más porque cierran muchos medios que tienen una línea similar a la nuestra. Nosotros crecemos en términos de cantidad de lectores. Las empresas no pautan solamente adonde hay lectores. También hay intereses por detrás de eso. Las empresas están interesadas en que se escuche una determinada voz y no otra. Por más que publicitando en Página podrían vender sus productos. Les interesa que nosotros no estemos (risas).
—¿No es inimaginable un contexto en donde Página no existiera?
Nora Veiras: —Sí. Se supone que para la buena salud del sistema democrático todos tenemos derecho a pensar como pensamos y a expresarnos como nos expresamos, y tener los canales de expresión mediática que reflejen estas opiniones. Todo el tema del financiamiento de los medios y el apoyo de la pauta oficial al sostenimiento de los medios es una gran discusión pendiente en la Argentina. La lógica que ha tenido este gobierno especialmente fue beneficiar a los más grandes.
Victoria Ginzberg: —Como en todo.
Nora Veiras: —Como en todo. Si sos poderoso es porque te lo merecés y, por lo tanto, te voy a dar más, vas a estar mejor. Los otros no se lo merecen, en consecuencia, tienden a desaparecer. Esta es la lógica que aplican.
—Hay un sector de la sociedad que también debería sentirse representado mediáticamente en la prensa, ¿verdad?
Nora Veiras: —Sí, pero miremos lo que ha pasado con los medios que tienen una línea crítica con el oficialismo. Han sido desfinanciados, perseguidos o ha desaparecido porque no se han podido sostener. Eso un dato objetivo de la realidad.
Victoria Ginzberg: —Igual también hay empresas que nos apoyan. Hay publicidad que surge y que crece en el diario. Pero es verdad que no es un mecanismo invisible o natural como a veces lo quieren poner. Hay intereses detrás de cada pauta.
—Nora, leí una nota que escribiste sobre Hebe de Bonafini que se titula «Potencia de mujer». Es una muy linda nota. De todas formas, ¿hay alguna crítica que le puedas hacer a Hebe?
Nora Veiras: —A Hebe la critiqué muchas veces. Admiro las luchas de las madres y de las abuelas y de los organismos defensores de los derechos humanos. Creo que, realmente, son el mayor capital que tiene la democracia argentina. Hebe es una personalidad intempestiva, con una valentía admirable, con una frontalidad que, desde mi punto de vista, a veces, resta. Pero es así. Y si no fuera así no hubiese logrado lo que logró. Hebe era un ama de casa y la desaparición de los hijos la transformó. Las transformó a todas y se enfrentaron a un poder con una valentía, con una inconsciencia, con un desparpajo que a mí me sigue resultando admirable. Es una mujer de ochenta y nueve años; hace un año y medio, le dijo al Presidente: “Pará la mano, Macri”.
—¿Coincidís cuando afirma que el gobierno de Mauricio Macri es la dictadura?
Nora Veiras: —No estoy de acuerdo cuando ella equipara Macri con la Dictadura. Macri ha sido elegido por el voto popular. Pero la verdad es que la respeto aunque diga barbaridades con las que no coincido.
—Muy bien. Aprovecho la identificación del régimen político para hablar sobre una nota que el politólogo José Natanson publicó en Página. Él habla sobre una derecha democrática. ¿Ustedes coinciden?
Victoria Ginzberg: —Esa nota fue muy interesante. Por algo generó todo lo que generó y tuvo esa cantidad de repercusiones y de respuestas. Más allá de la caracterización de derecha democrática, Natanson quiso decir: “Gente, problematicemos al macrismo. No lo simplifiquemos. No creamos que es igual a la dictadura”. Coincido, no puede explicarse fácilmente. El macrismo tiene cierto arraigo genuino en sectores populares. Si, lo queremos combatir, tenemos que pensarlo y no subestimarlo.
Eso me parece valioso en la nota, era un llamado a la reflexión. Pensemos. No nos burlemos, no digamos que son graciosos, que son el diablo o que son Videla. Reflexionemos de qué se trata. Eso me pareció importante en esa nota.
—¿Coincidís con la idea de derecha democrática?
Victoria Ginzberg: —Bueno, obviamente que en todo lo que dice la nota no coincido. El macrismo es autoritario en muchos aspectos. Claro que como dijo Nora “Llegaron por los votos, hay que respetar las instituciones”. Eso no quita que lo podamos caracterizar como un régimen autoritario. Creo que, en muchos aspectos, lo es. Lo que rescato de esa nota es un llamado a pensar, a reflexionar, a tomar en serio y a investigar, y si nosotros queremos enfrentarlos en las urnas necesitamos una reflexión profunda.
Nora Veiras: —Yo coincido con lo que dice Vicky en el sentido de la validez del análisis de José sobre atreverse a complejizar el fenómeno de Cambiemos. Para mi gusto es demasiado benévolo con la caracterización. Yo creo que tienen un rasgo profundamente autoritario que quedó plasmado con una de las primeras decisiones del gobierno de Macri: la designación por decreto de los integrantes de la Corte Suprema. Para mí, eso marcó claramente que todo este respeto de la República, la institucionalidad y todo el piripipí con el que Elisa Carrió baña de contenido a Cambiemos es eso: piripipí.
Cuando tienen que decidir no dudan en desplazar jueces, armar causas, meter presa gente sin ningún tipo de justificación institucional. Sí me parece que es un fenómeno más complejo. No es asimilable a otros momentos de la historia argentina. Es un atajo fácil decir que “son lo mismo que la Dictadura” o “son lo mismo que el menemismo”.
—En el diario, hay algunas notas que hablan muy bien de Julian Assange y de Edward Snowden. El otro día, Carlos Pagni conversó un rato con Ingrid Beck por los quince años de la revista Barcelona e hizo un juego intelectual, teórico, dijo: «Cuando se hacen servicios contra los Estados Unidos está bien, pero cuando se hacen servicios contra el gobierno kirchnerista está mal».
Nora Veiras: —Lo que logra Pagni es una trampa de razonamiento. Él es un señor muy inteligente y forma parte de un entramado muy oscuro.
—¿Y Assange y Snowden están en entramados oscuros?
Nora Veiras: —Yo creo que sí. La verdad es que si formaste parte de la agencia central de inteligencia estadounidense es imposible no estar ligado a entramados oscuros. La Madre Teresa de Calcuta no forma parte de eso.
—¿Tomarían un café con el presidente Mauricio Macri?
Nora Veiras: —Un café no me interesaría. Una entrevista, sí. Tomar un café no, porque tomo café con gente que me agrada. No atienden prácticamente a los compañeros que cubren temas de gobierno. Solo son atendidos cuando a ellos se les ocurre, después de un manoseo de whatsapp que te responden con monosílabos. La verdad es que nosotros somos periodistas, trabajamos, y podemos no coincidir. Ahora no voy a inventar ninguna declaración a algún funcionario por más que discrepe absolutamente con lo que me está diciendo. Hay una cuestión de respeto profesional y de respeto a las reglas de la profesión. Nosotros no violamos el off the record y tampoco inventamos, que es lo que hacen muchos medios afines al oficialismo.
—¿No les parece que, a veces, hay una agresividad muy grande entre periodistas? ¿Cómo se hace para salir un poco de esa grieta?
Victoria Ginzberg: —No sé. La televisión te obliga a una lógica más bestial. Lo mismo ocurre con las redes sociales. Ahora, si evaluás a Página, Clarín, La nación, encontrás más argumentos que agravios. Todo, en general, es bastante respetuoso.
Nora Veiras: —Sí, los medios gráficos siguen siendo un lugar donde más riqueza argumentativa hay. La televisión es, a veces, una carnicería.
—¿Es una carnicería? ¿Puede dejar de serlo?
Nora Veiras: —Eso depende de cada uno. Hasta donde uno esté dispuesto a jugar en ese terreno. Es insoportable que el periodista sea más importante que la nota. Esto es una deformación de la profesión. Hay algunos periodistas que lo único que les importa son ellos, no les interesa sacarle lo mejor al entrevistado, preguntarle al entrevistado, sino ver como ellos quedan como las vedettes de la información, y eso no es la función del periodista.
—Muy bien. ¿Cuáles son las novedades o los desafíos para el futuro? ¿Cuál es el horizonte de Página 12?
Nora Veiras: —Mirá yo te voy a contar una anécdota muy chiquita. Hace treinta y un años que estoy en el diario. Resulta que yo había terminado una beca en Clarín, que la hacía el diario con la Universidad Católica. Me llama Lanata para trabajar en el proyecto de Página 12. No tenía archivo al principio porque: “imaginate, ustedes son muy chiquitos”. No existía internet, no existían las computadoras, ¿entendés? Eran máquinas de escribir, el archivo era todo un tema. No lo había. Entonces, Jorge un día en el que era el aniversario del Enola Gay, un avión que tiró la bomba atómica, me dice “Nora, ¿no podrías ir a Clarín y sacar unas fotocopias del archivo que tienen ahí?”. Yo conocía a la gente de archivo. Me acuerdo que, en ese momento, al pasar por la redacción –hacía tres meses que salía el diario, tres, cuatro meses– y Eduardo Van Der Kooy me dice: “Está bueno, pero no va a durar más de tres meses”.
—Increíble.
Nora Veiras: —La verdad que cuando salió Página 12 fue un fenómeno en el periodismo que motivó cambios en el enfoque de las noticias de muchos otros medios. Se desacralizó un poco el periodismo, rompió con la solemnidad de muchos periodistas.
—Y ¿hoy cuál es el medio que rompe, que es disruptivo como lo fue Página 12 en los noventa?
Victoria Ginzberg: —Página nuevamente.
—Si tuvieran que dar algún consejo a periodistas en formación, ¿cuál darían?
Victoria Ginzberg: —No sean periodistas. Dedíquense a otra cosa (risas).
Nora Veiras: —Que nunca pierdan el entusiasmo y el respeto por sí mismos. Cada medio tiene su línea editorial, pero que no se traicionen a sí mismos. Nada vale traicionarse a uno mismo.
NOTA: RAMIRO GAMBOA / SENDERO ELEGANTE
PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL: JUAN MANUEL CAFFERATA / SENDERO ELEGANTE
FOTOGRAFÍA: MATÍAS ELOY UEMA / SENDERO ELEGANTE
COLABORACIÓN: IGNACIO RODRÍGUEZ – LILIANA VELASCO / SENDERO ELEGANTE