La batalla porteña

POR IGNACIO SANTORO / SENDERO ELEGANTE

 

Los porteños somos gorilas. Si la política argentina se divide entre peronistas y no peronistas, la Ciudad de Buenos Aires está claramente dentro del equipo no peronista. Desde 1996, fecha en que empezó a elegirse al jefe de Gobierno de forma directa, nunca gobernó un peronista. Radicales y líderes de centro izquierda y centro derecha se turnaron para controlar el Ejecutivo porteño.

 

Incluso los desafíos más importantes a los oficialismos siempre vinieron desde fuerzas no peronistas: Domingo Cavallo fue el principal opositor la candidatura de Aníbal Ibarra en el 2000, Mauricio Macri tomó su lugar en 2003 y perdió por menos de 10 puntos el balotaje. El último desafiante de la oposición fue Martín Lousteau, quien perdió por 30 mil votos en el balotaje frente a Horacio Rodríguez Larreta.

 

El peronismo hasta ahora nunca triunfó. Los intentos más exitosos por ganar la capital fueron de la mano de Daniel Filmus, en 2007 y 2011, cuando logró forzar a una segunda vuelta, pero quedó muy lejos de la victoria. Con Ibarra, en 2003 el peronismo formó brevemente parte del gobierno, pero terminó rápidamente un año después producto de la tragedia de Cromañón y se produjo la desarticulación de la coalición.

 

Los porteños no peronistas —y algunos peronistas— encontraron una identidad. En  2007, Mauricio Macri ganó su primera elección y nunca se fue. Desde esa fecha, la ciudad se transformó en un bastión del PRO y en cada elección reafirma su fortaleza. Las últimas dos fueron una muestra de su poder: en 2015 el oficialismo se impuso en todas las comunas, incluso en el sur de la Ciudad y en la Villa 31, zonas donde hasta entonces a la ola amarilla no llegaba. En 2017, luego de sumar a la coalición de gobierno a la Coalición Cívica y conformar el frenteVamos Juntos, el oficialismo porteño logró tener mayoría y quórum propio en la Legislatura porteña. Proyecto que propone, ley que consigue.

 

Vamos Juntos va por más. De cara a estos comicios, los “larretos” ampliaron la coalición: sumaron al Partido Socialista, liderado por Roy Cortina y a la Unión Cívica Radical porteña, representada por el economista Martín Lousteau, candidato a Senador nacional por la coalición oficialista.. Si los resultados acompañan, a pesar de poner más de 20 bancas en juego (de las 41 que tiene), la mayoría del oficialismo quedará intacta.

 

 

Cantidad de bancas en la legislatura según alianza electoral

 

El desafío a la hegemonía amarilla esta vez tiene una cara nueva: Matías Lammens. El presidente de San Lorenzo decidió dar el salto a la política porteña y frenar el intento de Horacio Rodríguez Larreta de ser reelecto. Lammens se piensa a sí mismo como un “progresista” que no es “ni kirchnerista ni antikirchnerista”. Por eso, en reiteradas ocasiones destacó la opción de presentarse por una tercera víafuera de la “grieta”. 

 

Pero para ganar una elección es necesario tener un partido político. El espacio que lo esperaba era el peronista Frente de Todos. El presidente de San Lorenzo se sumó, junto con otros referentes del progresismo porteño como Victoria Donda, Pino Solanas y Juan Grabois, a esta alianza con el peronismo porteño. La candidatura presidencial de Alberto Fernández fue fundamental para su decisión de participar dentro del Frente: “Sin Alberto, no estaría en este proyecto”, dijo en el programa Corea del Centro. 

 

En el camino a la hazaña, Lammens tiene dos desafíos: que lo conozcan y lo voten. Hasta el año pasado solo la mitad de los porteños conocía el nombre del candidato del Frente de Todos —según una encuesta de la consultora Analogías—. El segundo es todavía más difícil: ganar siendo el aspirante del peronismo ¿Logrará invertir el refrán “mejor malo conocido que bueno por conocer»?

 

Sin embargo, para los porteños Larreta está lejos de ser el guasón. Las encuestas afirman que el actual jefe de Gobierno porteño estaría cerca del 49% de los votos (Managment & Fit). Si logra superar el 50% +1 de los votos, sería la primera vez que un candidato gane en primera vuelta en la historia de la ciudad. Larreta ya arrancó su carrera para sumar los porotos que le faltan con la inauguración de diversas obras públicas, en donde destaca la gestión del “hacer” y honra el apodo que le crearon sus seguidores:“Taladro”.

 

La única esperanza para Lammens es Mauricio Macri. Por primera vez, la Ciudad de Buenos Aires y la Nación celebran sus elecciones el mismo día. La simultaneidad de ambos comicios se hizo con un objetivo: que Larreta sume votos a Macri. Sin embargo, la figura del Presidente perjudica al jefe de Gobierno. Una encuesta de Management & Fit muestra que la intención de voto de Larreta cae cuatro puntoscuando se incluye el paño de Mauricio Macri. Al candidato del Frente de Todos le pasa lo contrario: cuando se pregunta por la boleta completa, que incluye a Alberto Fernández, Lammens se potencia.

 

Si tenemos en cuenta que tanto en la Nación como en la ciudad puede haber balotaje, y que en caso de producirse se definirían el mismo día nuevo Presidente y  jefe de Gobierno, un triunfo de Alberto Fernández podría ayudar a Lammens a dar el batacazo. Es un escenario difícil e improbable. ¿Podrá Matías Lammens remontar la pelea y dar el batacazo como Rocky Balboa? ¿O Larreta ganará por knock out en el primer round?

 

«Tanto en la Nación como en la ciudad puede haber balotaje, y en caso de producirse se definirán el mismo día ambas elecciones. Si eso sucediera, un triunfo de Alberto Fernández podría ayudar a Lammens a dar el batacazo»

 

POR IGNACIO SANTORO / SENDERO ELEGANTE

Arte: María Belén Pérsico / Sendero Elegante

 

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