¿FUMAR ES DELITO?

POR SOL GARCÍA GILI

 

 

Foto: National Geographic España.

 

“La hierba te hace sentir que en vez de trabajar por el dinero, trabajás por vos. Las hierbas son buenas para todo ¿Por qué? Esta gente que quiere hacer tanto bien para todo el mundo, y que se llaman gobernantes, esto y lo otro, ¿por qué dicen que no se debe usar esta hierba? Te dicen: `No, no debes usarla´. No debes usarla porque te hace ser rebelde. ¿Contra qué? A ellos nos les atrae. Ellos tienen otras cosas. Tienen cosas materiales y quieren cautivar tu mente, hasta que te dicen: `A trabajar, y te daremos una pensión´. Y ellos se lo quedan todo. La hierba te hace mirarte y, en vez de querer trabajar para un jefe, quieres ser como el jefe”. Al son del off beat, con largas rastas en el cabello, y vestido de color verde, rojo y amarillo, tomamos la visión del rey del reggae, quien –como todo practicante del culto- relacionaba el consumo de la marihuana al encuentro con uno mismo. Muy lejos de lo que muchos piensan, el movimiento rastafari entiende al consumo del cannabis como un sacramento que nos ayuda a limpiar el cuerpo, la mente y el alma, y que asimismo, exalta la conciencia, nos trae placer, pasividad y nos acerca al Jah (abreviatura poética de Jehová, significando Dios en hebreo).

 

 

Bob Marley, el rey del reggae.

 

De Jamaica, nos cruzamos de continente y nos trasladamos a Inglaterra donde nos aguarda otro gran precursor del uso de sustancias psicoactivas, el reconocido autor Aldous Huxley quien, en su libro Las puertas de la percepción, describió sus primeras experiencias alucinógenas, producto de la ingesta de mescalina (sustancia proveniente de algunas especies de cactus como el peyote y el San Pedro):“Lo que hace falta es una nueva droga que alivie y consuele a nuestra doliente especie sin hacer a la larga más daño del bien que hace a la corta”.

 

Sin embargo, paradójicamente, años antes el escritor británico, en su obra más famosa Un mundo feliz (1932), presentaba una visión completamente distinta del uso de psicoactivos. Las entendía como algo negativo; como una huida de la realidad del hombre. La frustración y el dolor, parece querer decirnos Huxley, forman parte de la naturaleza humana, y renunciar a ello es renunciar a lo que somos. ¿Será acaso que el ser humano no soporta su propia existencia?, o ¿Será acaso que lo que busca es encontrar un sentido a su existir? 

 

Damos un gran salto y de Gran Bretaña nos vamos a tierras mexicanas para encontrarnos con Carlos Castaneda, un antropólogo que en su libro, Las enseñanzas de Don Juan nos introduce en su propio camino de autoconocimiento y nos describe su experimentación con plantas psicotrópicas. Acompañado por el chamán Don Juan Matus, ingresaremos en una realidad fuera de lo común y en otro camino de autoconocimiento: “Le dije –a Don Juan– que me sentía incapaz de proseguir; había algo en los hongos verdaderamente aterrador (…) había visto el mundo de una manera estructuralmente distinta a la visión ordinaria.”

 

Más de cuarenta años después, la discusión acerca de la legalidad de las drogas recreativas continúa. 

 

Y es en este contexto de múltiples concepciones que durante el mes de octubretuvimos una nueva cita: del 4 al 6 de octubre, se desarrolló en Argentina por primera vez la “Expo Cannabis”; un espacio de encuentro para aquellas personas interesadas en acceder a la última información y a los mejores productos cannábicos tanto de la industria local, como internacional. 

 

Sebastián Basalo, director de la reconocida revista argentina de cultura cannábica “THC”, y organizador del encuentro, se refirió al impacto de la exposición: “Estos tres días mostraron que estamos preparados para generar un nuevo marco regulatorio para esta planta. Tres días que nos mostraron que ya no hay más dudas de la legitimidad del reclamo del autocultivo. No puede haber un preso más por cultivar una planta que mejora la calidad de vida. El Estado tiene que escuchar esto: vi adultos mayores pidiendo aceite, personas en sillas de ruedas, usuarios que viajaron para buscar info de algo que el Estado debe atender. Y el Estado no puede estar más ausente”. Por su parte, Valeria Salech, presidenta de la reconocida ONG Mamá Cultiva y conferencista en la Expo Cannabis, hizo hincapié en que «una sustancia ilegal esté en la Rural ya es importante».

 

 

Valeria Salech, presidenta de la ONG Mamá Cultiva en la Expo Cannabis. Foto: Rolling Stone. 

Fue así que bajo el lema “Salud / Cultivo / Industria / Cultura” se promocionó el evento que convocó a más de cincuenta mil personas y que, a tan sólo a tres semanas de las elecciones presidenciales, revivió la polémica y da una nueva oportunidad para que aquellos candidatos que aún no lo hayan hecho, den a conocer cuál es su postura respecto de la legalización del uso recreativo de de la marihuana. 

 

Nada nuevo bajo el sol…

 

El 16 de enero de 1920 Estados Unidos puso en vigor la “Volstead Act” (más conocida como “Ley Seca”) por medio de la cual se instauraron fuertes prohibiciones en relación al alcohol. La enmienda N° 18 de la Constitución de los Estados Unidos dispuso prohibir la «fabricación, venta o transporte de licores intoxicantes», que se extendió hasta 1933, cuando -durante el mandato presidencial de Franklin Delano Roosevelt- fue derogada. 

 

¡Bienvenidos a la era del nuevo jazz! Este período de trece años de prohibición de venta de alcohol coincide con el de los “felices años ´20”, denominados así por el periodo de prosperidad económica que tuvo Estados Unidos desde 1920 hasta 1929.

 

 

El fin de la “Ley Seca” en Estados Unidos, 1933. “Queremos cerveza”, decían los carteles

Bajo la consideración de que el consumo no era penado, crecieron los negocios de venta ilegal de bebidas alcohólicas. Las medidas prohibicionistas fomentaron una gran industria del crimen organizado y de los speakeasies (bares clandestinos), los cuales florecieron en las ciudades estadounidenses protegidos por la complicidad de los ciudadanos enemigos de la prohibición. En efecto, pese a la prohibición legal, el consumo y la venta de alcohol nunca dejaron de existir, sólo que el negocio pasó a ser manejado por mafias clandestinas. 

 

La polémica sobre el alcohol quedó atrás y hoy es legal en casi todo el mundo. ¿La marihuana -la droga más consumida del planeta- tendrá la misma suerte?

Argentina: cannabis sólocon receta

 

Empieza el ritual, nadie dice nada pero

yo lo siento igual, la desesperada gana

de querer viajar con tan solo una pitada

a otra realidad que sea mejor.

El sensei, Las Pastillas del Abuelo.

 

De aquellos días de prohibición en Estados Unidos, llegamos al 9 de noviembre de 2018, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Eran las cinco de la tarde en la puerta del renombrado colegio Carlos Pellegrini, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad intentaron detener a un estudiante de 15 años en la misma entrada del establecimiento por posesión de marihuana. Nuevamente estamos ante un caso en el que, frente a la duda y al mínimo indicio de criminalidad, se recurre a la violencia institucional en miras de dar respuesta a lo que los legisladores y políticos no saben solucionar. 

 

La legislación argentina aún tiene claroscuros que implican un debate legislativo que explicite las dudas; el consumo de la marihuana ha sido legalizado para determinados fines médicos, pero aún queda por definir la cuestión respecto de su uso recreativo, la tenencia, el consumo personal y el autocultivo. 

 

Fue en el 2017, bajo el mandato presidencial de Mauricio Macri, que se aprobó la Ley del Cannabis medicinal, y por medio de ella se fijó el establecimiento de “(…) un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud”.

 

Pero, como bien dicen, “hecha la ley, hecha la trampa”. La normativa es acotada debido a que solo el Estado está autorizado a proveer el aceite cannábico a los pacientes diagnosticados con epilepsia refractaria, y el que puede habilitar la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta y sus derivados, siempre y cuando intervenga el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y/o el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); no se permite el cultivo privado sin control estatal.

 

¿La legalización acabaría o, por el contrario, agudizaría el problema del narcotráfico a nivel mundial? ¿Cómo impactaría en el sistema de salud? ¿Hasta qué punto corresponde que el Estado se inmiscuya en el ámbito privado de las personas? 

 

¿Políticos verdes?

Encontrándonos a tan sólo días de las elecciones presidenciales de octubre: ¿Qué opinan los principales candidatos sobre la legalización total de la marihuana? 

 

 

Los principales candidatos para las próximas elecciones 

 

El actual Presidente de la Nación, Mauricio Macri apoya el uso medicinal de la marihuana -la ley 27.350 fue aprobada durante su mandato- , pero se desconoce qué opina sobre su uso recreativo y la consecuente despenalización. 

 

Su mayor competidor, el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, ha sido claro en su postura y se manifestó a favor de rever la penalización de la tenencia de cannabis, actualmente castigada por la Ley de Drogas; remarcó que la actual forma de lucha contra el narcotráfico «es un rotundo fracaso» y que la solución no está en perseguir a los fumadores de marihuana. «Hemos intentado con la guerra contra el narcotráfico una y mil veces y no hemos resuelto el problema de las adicciones. Las adicciones tienen distintos niveles, según dice la ciencia médica; adicciones que son más dañinas que otras para la salud humana. Pero algunas drogas son hasta menos nocivas que el tabaco, que circula libremente entre nosotros y mata a mucha gente de cáncer. No hablo de las drogas duras, ni de las drogas artificiales, sino de la marihuana, denominada droga blanda. Es algo que recomienda Naciones Unidas, que lo ha explicado en más de un trabajo en los últimos años», afirmó quien más chances tiene de ocupar la presidencia desde el próximo 10 de diciembre. 

 

Roberto Lavagna, al igual que el Presidente, mantiene una postura menos radical y más conservadora, evita dar detalles y se limita a señalar que “un debate por la despenalización de la marihuana vale la pena».

 

Con una impronta joven y de tinte más progresista, el líder del Frente de Izquierda (FIT) Nicolás Del Caño tiene una postura clara a favor de la legalización integral del cannabis. En el 2016, junto con la candidata a diputada por el FIT Myriam Bregman, presentaron un proyecto para la legalización integral de la marihuana. 

 

Por su parte, el candidato por el frente Despertar José Luis Espert en una reciente entrevista señaló que “depende de qué sustancias estemos hablando; las drogas duras son peligrosas en Argentina, no estamos con los niveles de sofisticación intelectual de países como, por ejemplo, Holanda con libre consumo de drogas”. Específicamente, respecto del cannabis y su consumo recreativo, enfatizó que “no hay ningún problema con el consumo de marihuana”.

 

El cannabis a nivel internacional

 

Miremos más allá de nuestras fronteras. Uno de los ejemplos más conocidos es el de los Países Bajos: Holanda es uno de los primeros países que permitió la utilización de marihuana con fines recreativos. Sin embargo, y al contrario de la creencia común, aún resulta ilegal producir, poseer, vender, importar y exportar drogas. El gobierno diseñó una política sobre drogas que permite fumar cannabis por intermedio de los Coffee shops, los cuales solo están autorizados a vender drogas blandas y siempre en cantidades de no más de 5 gramos de cannabis por persona al día. Estos establecimientos se rigen por leyes muy estrictas que controlan la cantidad de drogas blandas autorizadas y las condiciones en las que se venden y se consumen. 

 

 

Smokey Coffee shop en Amsterdam, Holanda

El panorama en Estados Unidos es distinto y no hay un criterio unificado a nivel país: varios de sus estados permiten el uso de la marihuana con fines medicinales (de los 50 estados, 30 permiten el uso medicinal del cannabis), mientras que hay otros que van más allá y permiten el consumo recreacional, como es el caso de Alaska, California, Colorado, Vermont, Maine, Washington, Massachusetts, Oregon y Nevada. Recientemente, el pasado 28 de agosto, en Nueva York entró en vigor una nueva ley que suaviza los castigos por posesión de pocas cantidades de marihuana y crea un proceso para borrar antecedentes penales.

 

De América del Norte a Sudamérica, el ejemplo más cercano a nosotros -y más claro hasta el momento es el de Uruguay, en donde, bajo la gestión de José “Pepe” Mujica, en el año 2013 se aprobó la ley que regula el mercado de la producción (controlada por el Estado), la comercialización, la tenencia y los usos recreativos y medicinales de la marihuana, así como también las utilizaciones con fines industriales. Con esta ley, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la venta y el cultivo de marihuana en su plenitud. 

 

                                     En Uruguay la marihuana se vende legalmente en farmacias.

 

Pese a los avances que hubo en estos últimos tiempos, nos encontramos lejos de una solución definitiva. Lo que sí sabemos es que mientras se encuadre esto como un tema tabú, aquellos deseosos de experimentar con esta planta deberán permanecer bajo el resguardo de sus hogares y procurar que su obrar no salga a la luz.

 

¿Vos qué  pensás? ¿Se legalizará la marihuana en Argentina en la próxima década?

 

POR SOL GARCÍA GILI

ARTE: JUAN MANUEL CAFFERATA

Revista Sendero

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