UNA VISITA INESPERADA

POR FRANCO PÉREZ

 

“Poné el agua para el mate que ahí voy”, le dijo Diego Maradona a José, padrastro de Rocío Oliva y canillita de Bella Vista. Tras la sorpresiva sugerencia, apareció por el puesto y hasta ofreció fotos a cambio de que comprasen el diario o una revista.

 

La noticia se masificó por las redes sociales y algunos dudaban si era verdad o no. Los rumores empezaron a correr pasado el mediodía del 27 de septiembre. “¿Está Maradona tomándose unos mates en el puesto de Riccheri y Santa Fe?”, se preguntó más de un vecino de Bella Vista al ver las fotos que circularon. Las imágenes mostraban a Diego Armando Maradona mientras tomaba mate en un puesto de diarios, pero no había mucha información sobre el dónde estaba, hasta que por una foto en que se lo ve abrazado junto a Rocío Oliva, se pudo distinguir mejor la esquina de Riccheri y Santa Fe. Allí está el puesto de diarios de José Digno Valiente, quien además de ser canillita, es el padrastro de Rocío Oliva; de ahí el vínculo entre ambos. José por la mañana acompaña a Diego a La Plata a los entrenamientos de Gimnasia y Esgrima de La Plata; cerca de las 13 llega para atender el puesto, luego se va a compartir unos mates con el ídolo, y así se pasan últimamente los días, desde el regreso al país de El Diez.

 

Diego Maradona está viviendo actualmente a 20 cuadras del puesto de José Valiente, en Los Fresnos, un barrio privado en Bella Vista.

La previa del encuentro 

“Me dice `un dia te voy a ir a visitar’. Yo le decía `no vengas que va a ser un quilombo’. En ese momento estaba tranquilo así como ahora y me dijo `poné el agua para el mate’. Bueno, lo puse normal porque yo lo veo todos los días y tomo mate con él todos los días. Para mí, ya no es una sorpresa. Compartimos permanentemente. No sé bien para dónde iba, pero me dijo que iba a pasar por acá y así fue”, comenta José sobre cómo se gestó la visita de Maradona a su puesto de diarios y revistas. 

 

A tan solo un metro hay una parada de colectivos, enfrente una verdulería y a cinco cuadras la estación del tren. Si bien se respira calma en Bella Vista, por la zona suele transitar gente y no tardaron mucho en aparecer los que se llevaron la sorpresa del año. Vestido con una bermuda y una remera de entrenamiento de Gimnasia, ahí estaba Maradona, quien a los minutos de llegar prendió uno de los clásicos puros que suele fumar y la imagen ya fue la de las fotografías icónicas que están en la memoria de sus seguidores: “Los primeros cuando pasaban miraban sin poder creer nada; algunos se quedaban petrificados y se ponían a llorar”. Manejador hábil de situaciones con el público, “Diego fumaba y le decía al público: `Bueno, si sacás una foto, comprá un diario o una revista´. Y le decían, `¡Por favor, te compro todo!´”. 

 

El puesto más famoso 

Durante media hora, Maradona estuvo en el kiosco hasta que “pasaron unos chicos de un colegio y empezaron a sacarse fotos; como era uno por uno, él pidió que fuera algo grupal”. Una vez entrado el mediodía Diego se fue con Rocío, pero “empezó a caer gente de Pilar, de José C. Paz, de Muñiz, todos acá. En un momento, de una camioneta bajaron tres pibes corriendo. ‘¿Cuánto hace que se fue?’, preguntaron. Él se había ido hacía una hora, y en broma les dije que se había ido hacía dos minutos y ahí se empezaban a pelear y a decir ´¡ves boludo, por pasarte a buscar nos lo perdimos!´, y así (risas). Al otro día venían y me preguntaban a qué hora va a pasar a tomar mate. Nunca más va a pasar… O por ahí sí, pero él quería venir a vernos y conocer el kiosco porque me lo había prometido hace tiempo”. 

 

Cuando viaja a Corrientes, todos los meses Jose le manda un mensaje a Diego: “Le digo que va a tener que firmar un par y responde ahí, cortito. No tiene drama, pero no quiere que a los que estamos cerca de él nos jodan con ese tema”. 

 

“Diego estaba fumando y decía: `Bueno, si sacás una foto, comprá un diario o una revista´. Y le decían, `¡Por favor, te compro todo!´”. 

 

Cómo se conocieron 

 

Tras retirarse del ejército es suboficial retirado, José se sumó a la actividad, hace aproximadamente cinco años. Se lo escucha sereno, tranquilo y asegura que no es un hombre de emociones fáciles. Sin embargo, hubo un momento en el que no pudo contener sus lágrimas: “En una oportunidad Rocío me dice que estaba hablando con Diego. `¿Qué Diego?´, le pregunto. `Maradona´, me dice. Me pasa el teléfono y digo `hola´. `Hola maestro´ ( imita la voz de Maradona). Escuché y me quedé congelado; estaba emocionadísimo, se me empezaron a caer las lágrimas y Rocío le dijo que no podía hablar porque estaba llorando”. Es que además de ser futbolero, José es fanático de Boca: “Él era mi ídolo total. Hablo de él y me pongo a llorar por lo que nos dio y cuando veo que otra gente viene al kiosco a preguntar los recontra entiendo”, comenta el canillita respecto de las visitas que recibió desde la viralización de estas imágenes de seguidores de Diego. Algo que solía pasarle ya con la gente del barrio, a quienes les ha conseguido unas cuantas remeras firmadas. 

 

Una mano para los seguidores 

 

Varias veces Maradona le preguntó irónicamente a José si estaba haciendo un museo con las remeras que le llevaba de gente que se la acercaba al puesto, o que iba a visitar a Corrientes, su provincia natal. “Si hubiera cobrado 10 pesos por cada camiseta que le llevé para firmar, él sería millonario”, dice el canillita. Para conseguir su propósito, según cuenta el canillita, aprovecha el momento en que directivos, jugadores o distintas personas le acercan camisetas a Maradona para firmar, y ahí se cuelan esos objetos de conocidos que pueden ser “pelotas, camisetas, banderines, gorros, lo que sea”.

 

Son largos ratos los que acompañó a Diego mientras él firmaba uno por uno los objetos que tenía a su alrededor, los cuales se convertirían prontamente en pequeños tesoros. 

 

“A mí no me cambia la vida que vengan a preguntarme. Si vos venís, es porque sos apasionado de Diego y yo no te voy a cortar esa posibilidad porque lo más mínimo que te puedo dar, quizás para vos es mucho. ¿Qué pasaría si fuera al revés? Seguramente intentarías hacer lo mismo. Yo no me puedo poner en esa de `estoy yo solo con Diego, y los demás no´. Porque si me cortan el rostro a mí, también me voy a poner mal. Diego no es mío, es de todos. (Lo único) no lo puedo hacer tanto porque este piensa que uno se está haciendo un museo (de tantas camisetas que le llevan para firmar)”. 

 

En tiempos donde sólo se habla de crisis y conflictos, llegaron como un gran mimo estas imágenes que, sin dudas, quedarán como un gran recuerdo para los y las canillitas, uno de los gremios más afectados por la situación económica actual. 

José acompañó a Diego en el último Mundial de Rusia y fue noticia por un rato, ya que tras un partido a Maradona le bajó la presión y, mientras lo atendían, al canillita se le dio por comer una empanada. Llovieron las críticas, pero él respondió con ocurrencia: “¿Cómo iba a evitar comer esa empanada? ¡Estaba rica!” y minimizó las críticas: “Tratándose de Diego, se va a hablar más de lo que se debe hablar”. El tiempo pareció darle la razón.

 

POR FRANCO PÉREZ

 

CORTESÍA EL BOLETÍN

Revista Sendero

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