LA ESPAÑA DE CRISTAL

POR JUAN IGNACIO ZINGONI

¿Otra vez a votar?

 

En siete meses, España ha efectuado dos elecciones generales, una en abril y otra el pasado 10 de noviembre. ¿Por qué dos veces? A diferencia de Argentina, el sistema parlamentario español exige que la investidura presidencial sea producto de una mayoría absoluta en primera votación (176 diputados) o con mayoría simple en segunda votación (con más votos a favor que en contra) en el Congreso de los Diputados. El ganador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, no pudo lograr ninguna de las dos cosas en abril y por eso se llamó a elecciones. A diferencia de los últimos 40 años de España, hoy no se observa una situación dominada por el bipartidismo. El esquema político se encuentra en una clara crisis: de dos bloques políticos históricos con fuerza, ahora hay cinco partidos de peso, además del rápido avance de la ultraderecha, que se hace con la tercera minoría del Congreso. 

 

Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno Español desde junio de 2018. Tiene el difícil objetivo de negociar con otros partidos para formar Gobierno.

 

El resultado de este domingo volvió a dar como ganador a Sánchez y dos días después se reunió con Pablo Iglesias, líder de Podemos, para sellar un acuerdo para conformar un Gobierno de coalición. Entre los dos consiguen llegar a los 155 escaños, le faltarían 21 para concretar la mayoría absoluta. Si no llegaran a conseguir los escaños necesarios para la investidura y tampoco lograran ganar por mayoría simple tendrían que llamar a unas terceras elecciones. Los fracasos de conformación de gobierno son combustible para la sensación de hastío político por parte de la ciudadanía española; por eso, en cada nuevo llamado a votación, las personas creen menos en sus representantes. El proceso electoral, a menos de que se acuerde gobierno, se cambie la constitución o explote el caos podría ser infinito. 

La derecha: perdimos, pero ganamos

 

Ni los partidos de izquierda ni los de derecha cuentan por sí solos con los escaños requeridos para crear un bloque gobernante con mayoría absoluta. Así que es claro que tenían que negociar la conformación del Gobierno. De acuerdo con los resultados oficiales, los socialistas obtuvieron 120 escaños, tres menos que en las elecciones de abril pasado. El partido de izquierda Unidas Podemos también sufrió una caída, aunque de menor dimensión, ya que pasó de tener 42 legisladores a 35. Por otro lado, se cumplió lo que daban las encuestas: la derecha avanzó, y mucho. El conservador Partido Popular registró un repunte notable, al pasar de los 66 parlamentarios a 88. Además, el partido de ultraderecha Vox, que en 2018 no tenía ningún diputado en el parlamento, se consolidó como tercera fuerza política en España: incrementó a 52 las 24 bancas que había alcanzado en abril de este año. 

 

En el medio círculo interno se ve los resultados electorales del 28 de abril de este año y en el externo los resultados del pasado 10 de noviembre.

 

No es una novedad que existe un sector de la población española con componentes racistas, xenófobos y que apoyan al franquismo. Esto tiene que ver también con un fortalecimiento de la extrema derecha a nivel mundial, que está en Europa, pero también lo vemos acá en América Latina de forma muy clara”, opina Iván Schuliaquer, profesor de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM. Así podemos ver que a diferencia de años anteriores, ahora no solo se dicen cosas que antes eran “políticamente incorrectas”, sino que incluso se busca decirlas porque suman votos. “En esto inciden también las redes sociales y las burbujas de extrema derecha que potencian estos discursos”, opina Schuliaquer.

 

Si llega de un lado, por supuesto que se saca de otro. Así, este gran avance de Vox se relaciona con el mayor retroceso que se registró en estas elecciones: el partido de centroderecha Ciudadanos redujo su representación de 57 diputados a apenas una decena. El golpe fue tal, que este lunes, tras reunirse con el comité ejecutivo del partido, Albert Rivera renunció como diputado y como líder de Ciudadanos, posición que cumplía desde su fundación en 2006. Con un sabor amargo, el PSOE mantiene la primera minoría. Pero tiene a la derecha que festeja sobre sus talones.  

 

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, abandona la política tras el batacazo en las elecciones del pasado domingo.

 

Si bien podemos pensar un avance de la derecha en realidad es una redistribución de los votantes, el 33.01% del PP y el 13.06% de Ciudadanos en 2016 se transformaron en 20.99% para el PP, 6.8 para Ciudadanos y 15.25 para VOX. El tema es que ahora se han conseguido ir un paso más allá: blanquearon un discurso de ultraderecha y lo legitimaron como opción electoral.

¿Qué pasó en estos siete meses?

 

El repunte de las fuerzas conservadoras desde abril hasta ahora tiene varios causantes. Por un lado, las manifestaciones violentas relacionadas con sectores autonomistas catalanes produjeron en un sector de la población una empatía con el fuerte sentimiento unitario de Vox y, a su vez, llegaron a opacar las preocupaciones por propuestas xenófobas contra inmigrantes y la negación de la violencia machista por parte del partido de Abascal, líder de Vox. Según el analista internacional Juan Elman, “aquí la derecha aprovechó para proponer medidas más duras hacia los autonomistas y de esta forma, primero Vox y luego el PP consiguieron representar a un sector que ya no se bancaba las protestas catalanas”. También, Elman considera que desde abril los partidos de derecha han mantenido la estrategia de culpar a Sánchez del bloqueo político de España y, por lo tanto, que los ciudadanos tengan que volver a las urnas.

 

Santiago Abascal Conde festeja el tercer puesto de Vox en las elecciones de noviembre.

 

¿Argentina seguirá en contacto con España?

 

“Aunque Vox gane el tercer puesto, esto no perjudica la relación de España con Argentina”, afirma el investigador Iván Schuliaquer. Para Alberto Fernández, la relación con España es estratégica. Argentina necesita todos los aliados internacionales que pueda porque está en una situación crítica, sin acceso a financiarse y con una deuda externa que en la situación actual es impagable. A su vez, las crisis que ocurren en otros países de Latinoamérica podrían posicionar en un lugar estratégico a la Argentina. “Creo que Pedro Sánchez y la Unión Europea pueden ver en Fernández un factor de estabilización, ya que Argentina es el único país de América del Sur que, hasta ahora, sale de una crisis por vía institucional-electoral y sin estallar”, analiza el especialista.

 

Alberto Fernández estuvo visitando España a principios de septiembre. Durante su viaje, aprovechó para reunirse con el mandatario español., Pedro Sánchez.

 

A diferencia de lo que pasa en Argentina, en Europa las extremas derechas le roban votos por derecha al resto de los partidos. En España, además, hay que recordar una grieta que nunca se logró cerrar: el franquismo. “No hubo juicios, no tuvieron capítulo cerrado y evidentemente lo que hace Vox es movilizar a partir de un discurso nacionalista que empatiza con esa retórica que antes supo estar contenida en otros partidos como el PP”, comenta Juan Elman. 

¿Y ahora qué cojones hacemos?

 

El reciente acuerdo entre Sánchez y Pablo Iglesias asegura que el camino que han decidido tomar es el de conformar «un Gobierno de coalición progresista» que sirva de «vacuna ante la ultraderecha», según expresó Iglesias. Sin embargo, también se podría haber hecho algo inédito para España, pero no para Europa: crear una gran coalición entre el PSOE y el PP, que son los partidos mayoritarios. Otros caminos alternativos hubieran sido que el PP se abstuviera en las votaciones de investidura para permitir a Sánchez formar un gobierno en minoría. Sin embargo, cualquier cosa que haga el PP hubiera sido muy criticada por Vox, que está a la caza de un paso en falso para disputarle parte de su propio electorado.

 

Finalmente el PSOE y Podemos se juntaron a comer paella, faltaría que se sienten los partidos más chicos a la mesa, ¡pero no tan rápido! Porque esto solo podría ser posible si el partido independentista de Esquerra Republicana se abstuviera de la votación, pero su consigna por ahora es de oposición total al gobierno del PSOE; entonces, no es tan simple.

 

Al parecer, la complejidad será el terreno de juego de los ciudadanos y políticos españoles, el premio en caso de que puedan sentarse y unir manos será el de una gobernabilidad de cristal. Por un lado, frágil, y por el otro, transparente, porque no hacen falta ojos de halcón para darse cuenta que en el sistema político español, el horno no está para bollos.

 

POR: JUAN IGNACIO ZINGONI

 

Juan Ignacio Zingoni

Juan Ignacio Zingoni tiene 23 años, es de Bahía Blanca y estudia Ciencias de la Comunicación Social (UBA). Comenzó cubriendo recitales y entrevistando músicos para la revista digital "SPE". Co-produjo "Y se reía como loca" en FM La tribu y "Antes que nosotros" por Radio Monk. Sus temas preferidos para tratar son: arte, ciencia y medio ambiente. Como hobby escribe cuentos de ficción y aprende a tocar distintos instrumentos. Juan espera que cuando termine la pandemia pueda volver a producir "Terraza", un ciclo de música en vivo, cata de vinos y maridaje.

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