CHINA, EN BUSCA DE CONQUISTAR AL FÚTBOL MUNDIAL

POR JUAN BARREIRO

 

El fútbol es el deporte más importante y reconocido en el mundo. Millones de personas practican esta actividad deportiva, aunque dejó de ser un juego para convertirse en un negocio. Atraviesa distintos sectores como la cultura, la industria, el entretenimiento y el turismo. Grandes naciones europeas se benefician y son las que más provecho le sacan al fútbol. Sin embargo, lo que llama la atención es que el país con mayor población de habitantes, y la primera potencia económica mundial por PBI, en términos de paridad de poder adquisitivo, no figure dentro del ámbito futbolístico. China fue y será siempre una fuerza imbatible en el deporte general, que pelea la cima del medallero en todos los Juegos Olímpicos, pero cuando se habla de fútbol la República Popular China nunca aparece en tema. Clasificó una sola vez a un Mundial masculino, en Corea-Japón 2002, y quedó eliminada en fase de grupos donde recibió goleadas de Turquía y de Brasil. 

 

El presidente chino Xi Jinping y su afición por el fútbol.

 

El Presidente chino, Xi Jinping, conocido por ser un gran aficionado del fútbol, en 2015 decidió impulsar un plan de inversión pública y privada, cuyo primer objetivo es desarrollar el negocio del deporte en el gigante asiático hasta alcanzar los 779 mil millones de euros en 2025. Una idea ambiciosa con medidas concretas a medio y largo plazo. Este proyecto se llamó “Programa para la Reforma y el Desarrollo del fútbol chino”, un plan integral de reforma del fútbol por parte del gobierno chino que atrajo la atención internacional  y generó una gran discusión sobre los vínculos entre el deporte y la política en China. El programa identifica con precisión muchos de los problemas clave que afectan el juego en el país, pero pasarán años antes de que se vean los resultados. Ya se podría decir que la inversión en el fútbol es una política de Estado en China.

 

 

«El Presidente chino, Xi Jinping, decidió impulsar un plan de inversión pública y privada, cuyo primer objetivo es desarrollar el negocio del deporte en el gigante asiático hasta alcanzar los 779 mil millones de euros para 2025».

 

¿De qué se trata este proyecto?

 

Desde que Xi Jinping se convirtió en Secretario General en el 18° Congreso del Partido Comunista Chino en 2012, ha puesto el crecimiento del fútbol en la agenda para construir a China como una gran nación deportiva. Además, el primer ministro Li Keqiang ha otorgado gran importancia a quienes trabajan en el fútbol y otras industrias deportivas. “La reforma y el desarrollo del fútbol es una oportunidad sin precedentes”, expresa el memorándum del proyecto. 

 

Los chinos ven al fútbol como herramienta de impacto social: las grandes masas lo aman. Buscan que China levante la Copa del Mundo y organice un Mundial antes del año 2050. Para ello, el presidente convocó a los millonarios más importantes de su país (alrededor de 300 mil) para que inviertan en el fútbol, y quienes lo hagan recibirán beneficios fiscales, lo que generó que muchos inversores lleguen al fútbol europeo. Prometió la creación de 20.000 escuelas de fútbol (por ahora van 4000) para el 2020, cifra que espera duplicar para el año 2025; de hecho, el Estado ya puso al fútbol como materia obligatoria en el sistema escolar chino. Asimismo, se construyen a contrarreloj campos de fútbol por todo el país para que en 2030 haya un terreno de juego cada 10.000 habitantes. 

 

«Los chinos ven al fútbol como herramienta de impacto social: las grandes masas lo aman. Buscan que China levante la Copa del Mundo y organice un Mundial antes del año 2050».

 

China busca fomentar la práctica del fútbol en los jóvenes para algún día poder levantar una Copa del Mundo.

 

El periodista Fernando Gañete Blasco, especializado en el tema, habló con Revista Sendero y expresó: “El principal objetivo de los chinos es ser líderes en el fútbol, por eso llegar a ser campeones mundiales es el objetivo deportivo; también quieren meterse en una industria que ellos entienden que crece, que les da mayor visibilidad, tiene mejor imagen; la ven con muy buenos ojos, por eso el 30% de los principales 100 equipos del mundo tienen capitales o norteamericanos o chinos. Así como en la tecnología hay guerra entre estos dos países, también en la industria del fútbol”.

 

¿Deporte o imperio?

 

Gracias a la seducción del dinero, la liga china rompió varios récords de traspasos de jugadores europeos y sudamericanos de gran renombre internacional. Por ejemplo, en 2017 el argentino Carlos Tévez llegó a ser el futbolista mejor pago del mundo: recibió casi 40 millones de euros por temporada cuando jugó para el equipo chino Shanghai Shenhua. 

 

Carlos Tévez se convirtió en el jugador mejor pago del mundo, cuando jugó para el Shanghai Shenhua.

 

Los magnates millonarios también hacen su parte. Li Yonghong fue propietario de uno de los clubes más importantes de Italia por un tiempo, donde desembolsó 740 millones de euros para adueñarse del AC Milan. Además, en el 2018 la cadena de electrodomésticos china Suning Holdings Group se hizo con el 70% de acciones totales del Inter, eterno rival del AC Milan, por 270 millones de euros, y en 2015, el consorcio chino China Media Capital compró el 13% del Manchester City por 338 millones de euros. Los multimillonarios invierten en los grandes equipos porque lo ven como una oportunidad de inversión que les da imagen y notoriedad.

 

Español mandarín

 

A principios del 2019, la liga española firmó un convenio por cuatro años con la Superliga china para colaborar en aspectos deportivos y económicos. Esto comenzó a ayudar a desarrollar el fútbol chino, ya que jugadores sub 14 y sub 17, tanto masculinos como femeninos, pueden ir a entrenar a España y, de esa manera, los clubes españoles obtienen nuevos talentos dentro de sus equipos. Por eso, los clubes de la Liga quieren captar el mercado chino. 

 

Todo el proyecto impuesto por el presidente chino para mejorar el desarrollo de nuevas promesas está viendo sus resultados. Uno de los ejemplos es el jugador de 18 años del Espanyol de Barcelona Wu Lei, que es catalogado como una futura estrella. Cabe destacar que el Espanyol también forma parte de la invasión china: su presidente y dueño del 50 % del club es chino. 

 

De igual manera, el año pasado el fondo chino Orient Hontai Capital compró el 54% de la productora Mediapro y se quedó con los derechos de televisación del fútbol español.

 

“Probablemente, veamos cada vez más chinos en la entrega del Balón de Oro, aunque no como algo inmediato”, dice Blasco. Los chinos cada vez más se adueñan del mercado del fútbol, realizan eventos y torneos en su país (como el próximo Mundial de Clubes en 2021), desarrollan a futuros jóvenes talentos, se adueñan de los clubes más importantes del mundo y con la política involucrada buscan meterse de lleno en el mercado y comercio de este deporte “El fútbol y la industria te dan poder, y cuando hablamos de poder, países como China tienen que ser protagonistas”, finalizó Blasco en su análisis.

 

 

 

La próxima promesa china; Wu Lei, jugador del Espanyol.

 

POR JUAN BARREIRO

Juan Martín Barreiro

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